En el lago de California, científicos hallaron una bacteria que vive en el arsénico, descubrimiento que podría expandir la búsqueda de otras formas de vida.
En las profundidades del lago de California, científicos hallaron una bacteria que vive en el arsénico, descubrimiento que podría expandir la búsqueda de otras formas de vida en la Tierra y más allá.
El estudio patrocinado por la agencia espacial estadounidense (Nasa), divulgado el jueves y publicado en la revista Science, redefine lo que los biólogos consideraban que eran los elementos necesarios para la vida: el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno, el fósforo y el azufre.
Pero esta bacteria no sólo vive en el arsénico, sino que además crece incorporando este elemento en las membranas celulares de su ADN.
"Lo nuevo aquí es que el arsénico es usado como un bloque de construcción para el organismo", explicó Ariel Anbar, coautor del estudio financiado por la Nasa, que saldrá publicado en la revista Science.
"Teníamos la idea de que la vida requería estos seis elementos sin excepciones y aquí resulta que hay una excepción", dijo.
El descubrimiento fue hecho por Felisa Wolfe-Simon, una investigadora en astrobiología de la agencia espacial estadounidense (Nasa) y científica de la escuela de exploración terrestre y espacial de la universidad del estado de Arizona (oeste).
"Si algo aquí en la Tierra puede hacer algo inesperado, ¿qué otras cosas puede hacer la vida que no hayamos visto todavía? Hay que averiguarlo", dijo.
La bacteria fue hallada en sedimentos recogidos del lago Mono, conocido por sus altos niveles de sal y arsénico, en el este de California (oeste).
El vago anuncio de la Nasa esta semana de que daría una conferencia de prensa sobre "un descubrimiento en astrobiología que tendrá consecuencias en la búsqueda de evidencias de vida extraterrestre" había causado un revuelo de especulaciones en la blogosfera.
La astrobiología es una disciplina que estudia la vida en el Universo, lo que comprende su origen, su evolución, su ubicación y las posibilidades de que ésta se perpetúe.
Pero Anbar reconoció que es un salto muy grande aún suponer que el próximo paso será descubrir vida extraterrestre.
"Es más el principio", dijo. "Estamos muy influenciados por la vida como la conocemos y es muy difícil saber hasta dónde podemos llevar eso, qué tan diferente puede ser la vida y aún así funcionar".
Pocos años atrás, Wolfe-Simon, Anbar y su colega Paul Davies comenzaron a discutir la idea de que podrían existir diferentes formas de vida en la Tierra, pero con reglas biológicas distintas a las nuestras, una noción conocida informalmente en el mundo científico como "vida rara".
El trío publicó en 2009 su hipótesis de que el arsénico, que está directamente abajo del fósforo en la tabla periódica, podría sustituir al fósforo en formas de vida terrestre.
"No sólo planteamos la hipótesis de que los sistemas bioquímicos análogos a los conocidos actualmente podrían usar el arsénico como equivalente biológico del fósforo", dijo Wolfe-Simon, "sino además que esos organismos podrían haber evolucionado en la Tierra antigua y podrían persistir en medioambientes inusuales hoy".
Para probar su teoría, los científicos recogieron sedimentos del lago Mono y los llevaron al laboratorio. En ellos, Wolfe-Simon consiguió una bacteria conocida como cepa GFAJ-1. "El organismo está en la naturaleza", dijo Anbar. "Es una bacteria conocida. No es un bicho nuevo, sino que nadie sabía que podía hacer esto".
El descubrimiento puede abrir nuevas vías en la investigación médica y posiblemente nuevos capítulos en los libros de biología, dijeron los investigadores.
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