sábado, 6 de diciembre de 2014

La mitad del cielo y un gran infierno

El primer bofetón llegó antes de casarse. Habían bebido en una fiesta y en el taxi de regreso ella hizo un comentario despectivo. Él se bajó del vehículo y cuando ella le siguió recibió un golpe en la cara. Lo atribuyó a la discusión y la borrachera, algo que no se repetiría. Tras la boda, volvió a pasar. Una vez. Y otra. Y otra.
Xiaoxue (nombre supuesto) se casó hace dos años, tras 12 meses de noviazgo después de que amigos comunes le presentaran al que acabaría siendo su esposo. De 28 años y licenciada en Económicas, ocupa un puesto de responsabilidad en una gran empresa en Pekín. Es económicamente autosuficiente, más incluso que su marido, de 31 años y que, pese a su grado de doctor, ha atravesado por dificultades laborales. En teoría, formaban el matrimonio perfecto. Y lo eran, cree ella. Cuando él no la pegaba.
"Lo peor era pensar en tener hijos. Si pensaba en un niño, temía que saliera violento como su padre. Si lo hacía en una niña, que tomara el ejemplo de su madre y acabara siendo una víctima como ella", cuenta Liu Fengqin, psicoterapeuta y subdirectora de la ONG Centro Maple de Asistencia Psicológica a Mujeres en Pekín, a quien Xiaoxue ha autorizado a narrar su historia. Ella, que finalmente abandonó a su marido el mes pasado, no quiere aparecer en los medios para no agriar aún más la disputa.
Las ciudadanas están más dispuestas a denunciar el maltrato del marido
La historia de Xiaoxue podría ser la de muchas otras mujeres maltratadas en el resto del mundo.Pero en China, el problema de la violencia de género se agrava por factores como la inexistencia hasta ahora de leyes contra esa lacra, el ascenso femenino dentro de la sociedad o la percepción muy extendida de que se trata de una cuestión privada de cada familia. Los cálculos de la Federación de Mujeres, una organización gubernamental china, apuntan que casi el 40% de las casadas del país es víctima de malos tratos; una estimación superior a la que realizó en 2011 (el 25%) y cuyo aumento obedecería a una mayor conciencia ante el problema.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/05/actualidad/1417808905_616766.html

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