De acuerdo a un nuevo estudio científico realizado en Toronto, el mayor factor de riesgo para el desarrollo de la diabetes tipo 2 no es ni la obesidad, ni el sedentarismo, ni ninguna otra de las causas conocidas; el verdadero peligro radica en la pobreza. De acuerdo a los investigadores, las probabilidades de desarrollar esta enfermedad pueden duplicarse y hasta triplicarse entre las personas con los menores ingresos. Los resultados, dicen los científicos, debería obligar al sector salud a replantearse la manera en que la diabetes tipo 2 es prevenida y tratada
Por años, la población canadiense ha escuchado que la obesidad, la falta de actividad física y la historia familiar son factores de riesgo típicos para la diabetes tipo 2.
Sin embargo, una nueva investigación realizada en Canadá ha demostrado que, de hecho, es vivir en la pobreza lo que más riesgo representa, incrementando entre el doble y el triple las probabilidades de desarrollar este problema.
“Lo que sabemos sobre la diabetes tipo 2 es que la gente pobre y de bajos ingresos no es solo más propensa a padecerla, sino que son ellos los que, una vez que la tienen, son mucho más tendientes a tener complicaciones” declaró el profesor Dennis Raphael, uno de los investigadores.
“Y las complicaciones de diabetes tipo 2 cuando son malas… son realmente muy malas. Van desde amputaciones hasta la ceguera, o incluso enfermedades cardiovasculares”.
Investigadores de la Universidad York analizaron dos juegos de datos: el primero de ellos de la Encuesta Canadiense de Salud en la Comunidad (CCHS, por sus siglas en inglés) y la Encuesta Nacional de Salud de la Población (NPHS). Los resultados fueron publicados en la revista especializada Health Policy.
El primer juego de datos muestra que entre los hombres, estar en la categoría más baja de ingresos (ganando menos de $15,000 al año) duplica los riegos de desarrollar diabetes tipo 2, comparado con aquellos que están en los niveles de ingresos más altos (ganando más de $80,000 al año). Este riesgo permanece igual cuando los otros factores ya conocidos son incluidos en la ecuación. Estos factores son la educación, índice de masa corporal, alimentación, niveles de actividad física, etc.
Los resultados son todavía más preocupantes para la población femenina con bajos ingresos. Para ellas, el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 es más del triple que el riesgo de las mujeres con altos ingresos. Cuando su educación, índices de masa corporal y demás factores son considerados, el riesgo es todavía más del doble.
Raphael, profesor de salud pública en la Universidad de York, dijo que los conocimientos tradicionales sobre diabetes tipo 2 sugieren que una vez que todos los factores de riesgo tradicionales son considerados para evaluar las posibilidades de padecer diabetes tipo 2, los índices de incidencia de diabetes se nivelarían entre los pobres y los ricos.
Aunque el peso, el sedentarismo y otros problemas de salud son factores de riesgo, el estudio demuestra que los médicos especializados en la diabetes deberían prestar más atención a las condiciones socioeconómicas de sus pacientes.
“Cuando uno está en una situación donde 15% de los niños y sus familias viven en la pobreza, y la gente está preocupada a diario por no perder sus empleos, o viven en la indigencia, o son inmigrantes y no reciben los beneficios de salud que necesitan… La evidencia sugiere que estas cosas contribuyen al desarrollo de la diabetes tipo 2” dijo Raphael.
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