miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cariglino irrumpió en la reconstrucción judicial de la agresión a periodistas


El intendente de Malvinas Argentinas volvió a increpar a familiares de los niños fallecidos en el centro de salud. "Quizá yo conozca a alguno de los miembros de la patota que actuó ese día", dijo ante la consulta de los periodistas. El procedimiento debió ser interrumpido hasta que el jefe comunal se retiró del lugar.

El intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, admitió ayer que es posible que los integrantes de la patota que agredieron a familiares de víctimas de mala praxis y periodistas durante una manifestación a principios de junio sean allegados suyos. "Puede ser, yo nací en Malvinas y todas las personas de Malvinas son allegados de una forma u otra", argumentó tras interrumpir ayer el procedimiento judicial que pretendía reconstruir los hechos, y agredir a los familiares de pacientes que perdieron la vida en el Hospital zonal Claudio Zin. El intendente increpó inclusive a quienes participaban del operativo judicial para pedirles que se apuraran.
Claudia Ledesma, mamá de Melani, una beba de seis meses muerta por una infección en las vías respiratorias a la que nadie prestó atención, Oscar Bugliolo papá de Gisella, fallecida en septiembre de 2004 tras una infección provocada por la placenta no retirada tras un parto, y Fabián Aquino, tío de la víctima más reciente, Celeste Morales, la niña de siete años que murió el 1 de junio, en el Hospital Claudio Zin, de Pablo Nogués fueron golpeados el 5 de junio junto con los periodistas de Crónica, Tiempo Argentino, Télam y Malviticias, una agencia de noticias local, que fueron a cubrir la marcha en la que reclamaban por la situación en el hospital.
Ayer, todas las víctimas de la agresión de la patota se volvieron a juntar en el lugar de los hechos para llevar a cabo la reconstrucción del momento del ataque, a cargo del fiscal Santiago Camiñas de la Unidad Fiscal de Investigaciones número 23, y de personal de Gendarmería Nacional.
Todos coincidieron en señalar a Cariglino como el ideólogo de la agresión, ya que la utilización de patotas para amedrentar a manifestantes es una metodología repetida en el partido, según denuncias organismos de Derechos Humanos de la zona. El propio Cariglino no lo pudo desmentir. Fue en medio de la reconstrucción judicial cuando el intendente se bajó de su auto particular y atravesó por el medio del perímetro trazado por efectivos de Gendarmería Nacional para luego ingresar por unos breves minutos a la maternidad Eva Perón, lindera al Hospital Claudio Zin. Allí aprovechó las cámaras de los canales de televisión para acusar a los periodistas. Después de unos minutos, salió y se dirigió hacia uno de los abogados querellantes para pedirle celeridad. "Terminen con esto rápido porque este es un hospital en serio que recibe pacientes de toda la provincia, y no un hospitalito cualquiera de esos que hacen la Nación o la provincia", se quejó.
Luego, Cariglino se dirigió a Claudia Ledes

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