El rey Juan Carlos de España pidió hoy públicamente perdón y reconoció haberse equivocado, en un gesto histórico tras el escándalo que desató su costosa excursión a cazar elefantes a Botsuana en medio de la crisis económica que atraviesa España.
“Lo siento mucho, me he equivocado. No volverá a ocurrir”, dijo el monarca ante las cámaras de televisión al abandonar el hospital de Madrid en el que fue operado el sábado de la cadera, después de recibir el alta médica.
El rey Juan Carlos, de 74 años de edad, se fracturó la cadera el pasado viernes al caerse durante un safari en Botsuana.
Los españoles no tuvieron conocimiento del viaje del monarca, estimado en 46.000 euros, hasta que tuvo el accidente, lo que generó estupor en plena crisis económica y en un momento en que la Corona era ya blanco de fuertes críticas por el caso de corrupción que salpica al yerno del monarca, Iñaki Urdangarín.
El accidente desencadenó una ola de críticas en las redes sociales, donde abundaron los comentarios de repudio a la monarquía y censura a la actividad del rey, no sólo por el costo del viaje sino porque Juan Carlos preside una fundación ecológica y mató un elefante, una especia protegida.
El terremoto de reacciones políticas fue, asimismo, mayúsculo, ya que el safari del rey no solo provocó críticas en los sectores antimonárquicos sino también de los monárquicos, lo que amenazó con abrir una crisis institucional.
Desde todos los sectores se exigió al rey que como mínimo pidiera disculpas, mientras los grupos antimonárquicos, de izquierda e incluso algunos socialistas llegaron a pedir la abdicación del monarca. “El jefe del Estado tiene que elegir entre las obligaciones y las servidumbres de las responsabilidades públicas y una abdicación que le permita disfrutar de una vida diferente", dijo el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez.
El líder del Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, no lo desautorizó y afirmó que comprendía la opinión crítica de muchos ciudadanos españoles, mientras el presidente regional vasco, el socialista Patxi López, consideró que el monarca debía pedir perdón.
El partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD) hizo también esa petición a la Casa del Rey después de calificar el hecho "sumamente irresponsable".
Izquierda Unida (IU), tercera fuerza política nacional, en tanto, presentó en el Congreso de los Diputados una propuesta para que el rey tenga que informar de todos sus viajes, incluidos los privados, al tiempo que reiteró su pedido de un referendo entre la Monarquía parlamentaria y la República.
El rey "nos ha abochornado clarísimamente", llegó a decir por su parte el portavoz parlamentario de los nacionalistas vascos del PNV, Josu Erkoreka.
Una de las declaraciones más llamativas fue la del político socialista y redactor de la actual Constitución, Gregorio Peces Barba, quien recomendó al rey que se lamente ante el pueblo español por el error cometido”, después de considerar que se había hecho un "grave daño y un gran deterioro a las instituciones".
En tanto, el gobierno de Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular (PP), intentó calmar las aguas y pidió respeto para el monarca, "el principal activo de la democracia" por su papel en el intento de golpe de Estado de 1981, en palabras del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
La disculpa del monarca, inédita en la historia de España, llega el día después de que Juan Carlos sufriera un nuevo golpe a su imagen al informarse que su yerno, el duque de Palma Iñaki Urdangarín, afirmó en e-mails que el rey hizo gestiones a favor de un empresa por cuyas actividades está acusado de fraude y malversación de fondos públicos.
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