La noticia debería haber sido la fractura de cadera del rey Juan Carlos y su exitosa operación, pero cuando los medios publicaron el sábado que el monarca se había accidentado durante un viaje a Botsuana para matar elefantes, la indignación prendió fuerte en la sociedad y en algunos dirigentes políticos. Un sondeo reveló que sólo cuatro de cada 100 españoles se anotó en la lista del “no sabe, no contesta”. Los 96 restantes lo condenaron.
Según los súbditos, el rey –un cazador apasionado y a la vez presidente de honor de la división española del Fondo Mundial para la Naturaleza, la organización ambientalista más conocida por su nombre inglés de World Wildlife Fund (WWF)– da un pésimo ejemplo con su cuestionable y costosa afición, sobre todo en los tiempos que corren, con una España al borde de la quiebra, brutalmente ajustada y con la mitad de sus jóvenes desocupados.
El 96% de quienes respondieron a una encuesta del diario El Mundo consideró “inapropiado” que Juan Carlos se haya ido a cazar elefantes con ese telón de fondo. Además, según informó la prensa, por cada elefante muerto, los participantes en esos safaris deben pagar 20 mil euros. La foto del monarca, orgulloso junto con su presa, se conoció el mismo sábado. La imagen, tomada de la publicidad de los organizadores de las matanzas, fue retirada luego de la página web y la compañía no respondió ni a correos electrónicos ni a llamadas telefónicas.
La discusión saltó también a las redes sociales. En Twitter podía leerse: “La venganza del dios de los elefantes. Ojo por ojo, diente por diente.” Más de 600 personas comentaron la noticia en la web de El Mundo, una de las más leídas de España. El senador del Partido Nacionalista Vasco, Iñaki Anasagasti, escribió en su blog que “el accidente muestra lo anacrónico de una institución opaca y derrochona que se va frívolamente de viaje en medio de una situación crítica.”
El derechista Partido Popular, en el gobierno, se remitió al comunicado de la Casa Real, sin entrar en valoraciones cuando varios de sus representantes fueron consultados por los medios.
Desde la principal formación opositora, el Partido Socialista Obrero Español, Tomás Gómez, secretario general de la agrupación en Madrid, dijo que el rey debe plantearse ahora que “tiene que elegir entre las obligaciones y las servidumbres de las responsabilidades públicas y una abdicación que le permita disfrutar de una vida diferente”.
Según la Casa Real, Juan Carlos fue trasladado a Madrid en un avión privado tras resbalarse en la noche del jueves, lo que le provocó la rotura de la cadera. De no haber sido por ese accidente, los españoles seguramente no se hubieran enterado nunca de que su monarca andaba de cacería por la lejana Botsuana, una antigua colonia británica del centro sur de África.
http://tiempo.infonews.com/2012/04/16/mundo-73204-los-espanoles-condenaron-al-rey.php
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