Se trata de una infección leve, según informó el parte médico. El exmandatario de Brasil aún es tratado por un cáncer de laringe.
El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se trata un cáncer de laringe, fue internado ayer en el Hospital Sirio Libanés en San Pablo, con una “infección pulmonar leve” y fiebre, informó el centro de salud.
De acuerdo con el comunicado, el ex mandatario es tratado con antibióticos, que le son suministrados por vía endovenosa, y deberá permanecer internado durante los próximos días. Aún no está prevista una fecha para que reciba el alta, según señaló la agencia alemana de noticias DPA.
De acuerdo con la asesoría de prensa del ex mandatario, Lula presentaba pérdida de peso y dificultad para tragar, y tuvo fiebre en los últimos días, lo que llevó a sus médicos a determinar su internación.
Lula, quien perdió 12 kilogramos de peso desde enero hasta la fecha, ingresó al sanatorio “con tranquilidad”, agregó el comunicado, y es monitoreado por estas horas en forma permanente.
Para combatir el tumor de laringe que le fue diagnosticado en octubre pasado, el ex presidente brasileño se sometió a un tratamiento de quimioterapia primero, y a uno de radioterapia después. Éste último fue concluido el 17 de febrero.
La semana anterior al término del tratamiento, un estudio había indicado la “desaparición” del tumor, pero sus médicos aclararon que eso no significaba que estuviera curado.
Lula, el jefe de Estado más popular en la historia de Brasil –dejó su cargo con 80 por ciento de apoyo ciudadano– es un ex fumador.
Su afección podría resentirle la voz y por eso sus médicos le habría recomendado evitar hablar. “Estoy loco por poder hablar más fuerte a los compañeros y compañeras pero no estoy pudiendo”, había dicho Lula en noviembre pasado, al comenzar su primera sesión de quimioterapia.
Lula terminó ese tratamiento a finales de febrero y comenzó con un proceso de recuperación en su residencia, donde recibe asistencia de fonoaudiólogo y fisioterapia.
También se realizó radioterapia y ahora sus médicos esperan la práctica de una endoscopia para confirmar definitivamente si el tumor desapareció.
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