domingo, 13 de noviembre de 2011

En Roma cantaron el Aleluya por el final del gobierno del Cavaliere

El presidente Giorgio Napolitano aceptó la dimisión y buscará acuerdo en los partidos para designar al sucesor. Todo parece indicar que la responsabilidad recaerá sobre el tecnócrata Mario Monti, quien deberá aplicar el plan de ajustes, 

Una época llegó a su fin en Italia, cuando el megamagnate de los medios y político derechista Silvio Berlusconi renunció a su cargo como primer ministro que, de manera intermitente, había ejercido en los últimos 17 años. Un tecnócrata, el economista Mario Monti, ex comisario de la Unión Europea (UE), quedó posicionado como favorito para sucederlo en el cargo. Tras una última sesión de gabinete de su gobierno, Il Cavaliere, como se lo llamaba, visitó en el romano Palacio del Quirinal al presidente Giorgio Napolitano para presentarle su dimisión. Esta fue aceptada por el jefe de Estado, según informó la presidencia en un comunicado. El anuncio de la renuncia del multimillonario de 75 años, el hombre más rico de Italia, con un patrimonio de 6000 millones de euros, provocó escenas de júbilo en la capital italiana. Roma fue una fiesta. Con el “Aleluya” del compositor barroco Georg Friedrich Händel, que coros y orquestas reunidos espontáneamente frente al Quirinal interpretaron no sin bríos, los romanos celebraron el 12 de noviembre como nuevo “Día de la Liberación”.
Previamente, el mismo sábado, la Cámara de Diputados había dado en el Parlamento su aprobación final al paquete de reformas y medidas de ahorro propuestas del gobierno. Un paso destinado a solucionar el fuerte endeudamiento y la grave crisis política en el país y que era reclamado por Bruselas. Berlusconi había anunciado el martes que presentaría su dimisión tras la aprobación en ambas Cámaras del Parlamento de las leyes de estabilidad prometidas a la UE.
Los italianos confían en que el probable sucesor de Berlusconi, un economista de renombre como Mario Monti, pueda encaminar el elevado endeudamiento del país, que se halla bajo fuerte presión de los mercados financieros. Después de Grecia, Italia es el miembro con el mayor endeudamiento estatal de acuerdo al rendimiento económico. 
La retirada de Berlusconi significa para Italia el fin de una era que tardó casi dos decádas en llegar a su fin, durante las cuales el zar mediático marcó el rumbo, el carácter y aun el estilo del país. Se espera que hoy Napolitano comience con las consultas oficiales a los partidos en el Parlamento, para así determinar la conformación del gobierno de transición que se encargue de combatir la crisis. 
Ante el Quirinal, se congregaban en la noche romana opositores de Berlusconi. Festejaron su dimisión bailando, cantando y haciendo flamear banderas. Cientos de otros italianos, en diferentes partes del país, se congregaron tras convocatorias a través de sms y de Facebook. 
“Renuncia, vete a casa”, habían coreado un poco antes los opositores a Il Cavaliere, cuando este salió de la Cámara de Diputados por la puerta trasera. Decenas de personas también lo habían abucheado cuando Berlusconi salió de su residencia en Roma rumbo al encuentro con Napolitano.   Muchos de los presentes en el lugar gritaban: “¡Payaso! ¡Payaso!”, al paso de la caravana de vehículos. También clamaron a su salida de Villa Grazioli: “Lárgate, mafioso.”
Un total de 380 de los 630 diputados habían dado luz verde a las medidas de austeridad y 26 sufragaron en contra, mientras que se registraron dos abstenciones. La mayor agrupación política opositora, el Partido Democrático (PD), estuvo presente en el recinto pero no votó. El viernes, el Senado había aprobado el paquete anticrisis por amplia mayoría.
Al ingresar a la Cámara de Diputados, por última vez como premier, Berlusconi recibió una ovación de pie de miembros de su coalición conservadora. Todos  corearon: “¡Silvio, Silvio!” “El gobierno de Berlusconi hizo todo lo posible por combatir los ataques (contra Italia)”, sostuvo Fabrizio Cicchito, jefe en la Cámara de Diputados del partido Pueblo de la Libertad (PdL). “Desafortunadamente (el gobierno) se encontró con un sólido bloque: esos complejos intereses financieros y económicos que desempeñan un juego decisivo en democracias y por la supervivencia de los gobiernos”, señaló Cicchito, en aparente alusión a los especuladores de mercado que presionaron a Italia por su deuda.
“Es el fin de una era”, declaró en tanto Dario Franceschini, jefe de bancada del PD en la Cámara de Diputados, refiriéndose al retiro de Berlusconi de la escena política italiana, que supo dominar durante 17 años. Ahora la oposición está convocada a volver a “reconstruir el país de sus cenizas”, dijo. Mario Monti es el preferido para hacerlo. Preferido por la patronal, por la oposición y por el propio presidente Napolitano, que el miércoles lo nombró por sorpresa senador vitalicio.  <
http://tiempo.elargentino.com/notas/roma-cantaron-aleluya-final-del-gobierno-del-cavaliere

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