“En una agrupación de sesgo ecológico conviven muchas posiciones y no se puede adoptar una decisión unánime para apoyar a un candidato”, explicó Marina Silva, máxima dirigente y ex miembro del Gabinete del presidente Lula.
La senadora Marina Silva, tercera candidata más votada en las elecciones presidenciales brasileñas del domingo, admitió que el apoyo del Partido Verde (PV) podría dividirse entre la oficialista Dilma Rousseff y el opositor José Serra. “No puedo decir que vaya a haber una posición única”, dijo Silva cuando fue interrogada sobre la decisión del PV ante el ballottage del 31 de octubre. De tal forma, aunque los “verdes” no adopten una posición orgánica, los dichos de la ex candidata permiten suponer que Rousseff será la próxima presidenta del país. Sólo le falta un 3,1% de los sufragios para superar el 50% más un voto exigido por la Constitución, y el PV obtuvo el 19,33% en la primera vuelta.
Silva reiteró que la posición del PV será decidida en una convención, y que incluso ella podría anunciar una opción diferente a la de sus compañeros: permanecer públicamente neutra, aunque a la hora de votar tenga una preferencia definida. “En un partido como el PV, no hay forma de imaginar, incluso por su diversidad, una decisión unánime. Tenemos posiciones diversas, y fue por eso que cuando me afilié acordamos que realizaríamos una convención para definir nuestra posición ante la hipótesis de que hubiese una segunda vuelta”, aseguró ayer.
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