Los 750 desfibriladores cardíacos instalados en las calles y espacios públicos de todos los municipios de la provincia de Girona han evitado en dos años 16 muertes súbitas de personas de entre 14 y 86 años.
Así lo ha explicado en una entrevista concedida a EFE el doctor Ramon Brugada, uno de los máximos especialistas en la genética de la muerte súbita cardíaca y que impulsa actualmente la instalación de estos desfibriladores en todas las farmacias de Barcelona.
Los 221 municipios de Girona cuentan con uno o más desfibriladores en espacios públicos que, en los últimos dos años, han permitido salvar la vida a 16 personas que habían padecido una muerte súbita cardíaca, gracias a la rápida reacción de los ciudadanos que los usaron en el momento adecuado.
"El punto clave para que los desfibriladores sean efectivos es el cambio que se consiguió realizar en el decreto de la Generalitat de Cataluña que regula el uso de estos dispositivos, y es que ahora los puede utilizar cualquier persona que se encuentre ante una situación de emergencia de muerte súbita" y no necesariamente un sanitario, indica el investigador.
Brugada negocia actualmente con el Ministerio de Sanidad del Gobierno español que se pueda extender a otras autonomías la instalación de desfibriladores en el ámbito público, y también para que se reforme la legislación que no permite usarlos a los ciudadanos que no cuentan con una formación sanitaria.
Un desfibrilador cardíaco cuesta unos mil euros y su uso no es en absoluto difícil para una persona que no tenga conocimientos médicos, ha asegurado Brugada, que añade que en un caso de emergencia sólo hay que seguir los sencillos pasos que se dan en las instrucciones de uso.
No obstante, para mejorar la gestión de estos aparatos y que la población pierda el miedo a usarlos, en Girona se iniciará el próximo curso la formación de los 7.000 jóvenes de cuarto de ESO de toda la provincia.
Durante diez años, unos 70.000 jóvenes de entre 15 y 25 años participarán en jornadas de formación de uso de desfibriladores, un plan que financiará la Diputación de Girona, ha explicado.
El doctor Ramon Brugada ha insistido en el hecho de que los jóvenes mayores de 14 años que practican deporte habitualmente se hagan electrocardiogramas preventivos, para constatar que no tienen una lesión cardíaca, ya que, en muchas ocasiones, el primer síntoma de la enfermedad es la muerte súbita.
También ha reiterado la importancia de que las familias afectadas por estos casos tan dramáticos se sometan a revisiones médicas, por si se trata de enfermedades cardíacas de tipo hereditario.
Ha puesto como ejemplo el municipio de San Bartolome de Tirajana (Gran Canaria), donde no se han producido muertes súbitas cardíacas desde hace al menos cuatro años, tras someterse unas 2.000 personas, todos ellos familiares, a pruebas que determinaron el descubrimiento de una mutación genética que causa el fatal desenlace.
Gracias a esta revelación, no se han producido más muertes entre los familiares estudiados genéticamente, de distintas ramas y edades, ya que muchos de ellos han sido medicados, recuerda el doctor, que se muestra orgulloso y honrado por haber sido nombrado Hijo Adoptivo de esa localidad canaria, junto con su hermano Josep Brugada, también médico, y otros especialistas..
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