La parashá “Trumá”, junto con la mayoría de los capítulos que quedan del libro de Éxodo, está dedicada a las órdenes de la construcción del Tabernáculo. La impresión que queda después de leer esta parashá, es que Moshé construyó el Tabernáculo con sus propias manos. Casi todas las órdenes se dirigen a él: “Y harás una mesa de madera de acacias...” (Éxodo 25:23), “Y harás un candelabro de oro puro...” (25:31), “Y harás las tablas para el Tabernáculo...” (26:15).
Pero cuando lleguemos a la parashá “Ki Tisá”, veremos que, en realidad, no fue Moshé quien construyó el Tabernáculo: “Habló Adonai a Moshé diciendo: Mira, he designado por nombre a Betzalel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Iehudá... Y he aquí que he asignado con él a Aholiav hijo de Ajisamaj de la tribu de Dan. Y al corazón de todo sabio de corazón he dotado con sabiduría y habrán de hacer ellos todo lo que Yo he ordenado”. (Éxodo 31:1,2,6)
Entonces, ¿por qué la Torá nos recuerda el nombre de Moshé como el constructor del Tabernáculo, si sabemos que otras.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Mundo_Judio/49747/
Rescato noticias de interés en la recorrida por los medios de comunicación, busco una forma de comunicación transversal, seleccionando, recortando, la realidad que me interesa divulgar.gracias por visitar el blog. Daniel
domingo, 24 de febrero de 2013
No fue Moshé quien construyó el Tabernáculo
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