jueves, 14 de febrero de 2013

La guerra y el golpe de estado han destruido la economía de Malí

Malí ha obtenido préstamos de emergencia del Fondo Monetario Internacional para hacer frente a su deuda externa. El conflicto en el norte de Malí ha deteriorado el rápido crecimiento económico en el país hacia un declive, y el gobierno debe impusar una estricta política de ahorro.
Hasta hace poco, Malí era un modelo democrático para África. El pobre país ha dado agigantados pasos económicos y tenía la esperanza de salir de los últimos puestos en las estadísticas globales de niveles de vida. El crecimiento económico en 2009 fue del 4,5 por ciento. En 2010, se elevó hasta el 5,8 por ciento. A principios de 2011 el Fondo Monetario Internacional (FMI) pasos que Malí experimentaría un crecimiento anual de al menos el 5 por ciento en los próximos años.

Sin embargo, el crecimiento se desaceleró ya ese mismo año. En 2011 las cosechas fracasaron en gran parte del país debido a la sequía. El golpe militar de 2012 y la subsiguiente secesión del norte de Malí, y la guerra civil en el país, también provocaba un año catastrófico económicamente.

Según las últimas estimaciones del FMI a las que ha tenido acceso afrol News, el producto interior bruto (PIB) de Malí dse redujo un 1,5 por ciento en 2012. Para un país en vías de desarrollo como Malí, este dato es catastrófico. La población del país se incrementa en un 3 por ciento anual, por lo que un crecimiento cero del PIB indica una disminución real del 3 por ciento para la población maliense.

"La economía de Malí está luchando después de una serie de crisis", según el último análisis del FMI, que enumera "las malas cosechas de 2011, la pérdida del estado de control sobre el norte del país a raíz de los ataques de las tropas rebeldes y el golpe militar en marzo de 2012". Como consecuencia del golpe de Estado las ayudas de los países donantes a Malí se han congelado a la espera de un proceso creíble de democratización. Además, los inversores han dado la espalda a Malí en este periodo políticamente inestable.

En el pasado año 2012, por lo tanto, descendieron los ingresos estatales, sobre todo a causa de los recortes en la ayuda y la disminución de los ingresos fiscales. Al mismo tiempo, Malí tuvo que importar más alimentos y los precios mundiales de los alimentos aumentaron significativamente en el último año. De este modo, la balanza de pagos se deterioró dramáticamente, y ya en otoño el país no podía hacer frente a los pagos de sus préstamos. 

El régimen militar de Bamako ha presentado un ajustado presupuesto para 2013, con grandes recortes en subsidios y nuevos impuestos sobre los combustibles. Según el responsable del FMI para Malí, Min Zhu, los presupuestos de 2013 son tanto "ambiciosos" como "creíbles". Como consecuencia de ello, el Fondo ha concedido un préstamo extraordinario de emergencia a Malí de 18,4 millones de dólares.

Min Zhu espera que el préstamo va a "catalizar el apoyo de los socios internacionales de Malí", lanzando un llamamiento a los socios internacionales para que reanuden su ayuda a Malí.
http://www.afrol.com/es/articulos/38132

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