jueves, 14 de febrero de 2013

Herodes el Grande regresa a Jerusalén dos mil años después


La controvertida figura de Herodes el Grande, el rey cruel, lujurioso y megalómano pero también el gran constructor de colosales palacios, templos y obras públicas regresa a partir de hoy a la ciudad santa de la mano de la mayor exposición arqueológica realizada nunca en Israel. Bajo el título de "Herodes el Grande: el ultimo viaje del rey", la muestra sigue el hilo conductor trazado por su cortejo fúnebre desde su palacio de invierno en Jericó hasta el gigantesco mausoleo que se hizo construir en Herodión, cerca de Belén, para exhibir la cara menos conocida del monarca que gobernó Judea durante 33 años (37-4 a.C.)
Herodes el Grande regresa a Jerusalén dos mil años después
Por miedo a perder su poder, Herodes mandó matar a una de sus diez mujeres y a tres de sus hijos, incluso ordenó encerrar en el hipódromo de Cesárea a 300 notables de la época para que fueran ejecutados a su muerte y conseguir así que ésta fuese la más llorada de todos los tiempos, una orden que nadie quiso cumplir en cuanto desapareció.
Pero el rey levantó también el Segundo Templo de Jerusalén, la fortaleza de Masada, la ciudad de Cesárea, lujosos palacios y su propio mausoleo de Herodión, cuya reconstrucción en una de las salas del Museo de Israel es uno de los principales atractivos de la exposición.
"Herodes tiene muy mala prensa, se le conoce como un asesino, pero queríamos arrojar alguna luz sobre el gran constructor, el apasionado del arte, el político, el prolífico amante, el hombre", explicó el curador de la muestra, David Mevorah.
Para ello, los expertos del museo han reconstruido durante tres años más de 250 objetos, mosaicos, baldosas, sarcófagos, ánforas y pinturas, a partir de los miles de fragmentos encontrados entre las ruinas de los yacimientos arqueológicos herodianos.
Pero además se han transportado cerca de 30 toneladas de piedra en forma de columnas, frisos, capiteles, frontispicios o piletas para recrear en el museo el salón del trono del palacio de Jericó o la sala real y el mausoleo de Herodión.
El suelo del Museo de Israel tuvo que ser reforzado para soportar el peso de la piedra y sus techos debieron elevarse para dar cabida a la recreación de la cámara funeraria del monarca.
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Mundo_Judio/49702/

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