Tras el movimiento telúrico del domingo, el norte italiano volvió a sentir sismos de menor intensidad. Algunas personas pasaron la noche en sus coches por temor, mientras que aun son incalculables los daños en la herencia cultural del país.Por el terremoto Monti volvió antes de la cumbre de la OTAN.
Un centenar de movimientos sísmicos sacudieron la zona norte de Italia, que el domingo se vio afectada por un terremoto que dejó siete muertos y 4.500 personas sin techo.
Los movimientos telúricos registrados este lunes, de una intensidad de hasta 3,7 en la escala de Richter, fueron de menor intensidad que el del domingo, que llegó a 5,9 y afectó principalmente a la región en torno a Bolonia, Módena, Ferrara, Mantova y Rovigo.
Entre las víctimas mortales del domingo hay cuatro trabajadores y una anciana centenaria que murieron aplastados por los escombros.
Algunas personas declararon a la televisión que pasaron la noche en sus coches por temor a más terremotos, mientras muchas escuelas de la región permanecerán cerradas al menos hasta mañana.
La cifra de los daños es incalculable, sobre todo en algunos edificios históricos de la región, así como en la ciudad renacentista de Ferrara, cuyo centro histórico es patrimonio cultural de la humanidad, que sufrió graves daños, especialmente el castillo de la localidad y las iglesias.
"Los daños en la herencia cultural son considerables según nuestras primeras evaluaciones", dijo el ministro de Cultura, Lorenzo Ornaghi, citado por la agencia de noticias DPA.
Tras lo ocurrido, el primer ministro italiano, Mario Monti, decidió partir antes de tiempo de Chicago, donde asistía desde ayer a una cumbre de la OTAN.
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