El ex mandatario y actual "premier" ruso venció en los comicios a toda la oposición, que denunció fraude y convocó a protestas para hoy.
Moscú. Vladimir Putin se coronó ayer ganador de las elecciones presidenciales de Rusia y festejó ante decenas de miles de partidarios, pero observadores internacionales y opositores denunciaron fraude y convocaron protestas para hoy en Moscú y otras ciudades.
En un masivo acto frente al Kremlin, Putin, el hombre más poderoso de Rusia en la última década, dijo a la multitud que gracias al voto logró frustrar planes de sus rivales de destruir el país y usurpar el poder, un tema recurrente en el discurso del primer ministro desde una reciente ola de protestas.
“¡Prometí que ganaríamos y ganamos! Ganamos en una competencia abierta y honesta”, señaló Putin con gritos y entre lágrimas, que luego atribuyó al viento. Unos 100 mil seguidores le respondieron con vítores y cantos de apoyo.
El premier , quien fue ya dos veces presidente, dijo que la votación reflejó que la mayoría de los rusos rechaza las “provocaciones políticas” de sus adversarios y sus intenciones de “destruir el Estado y usurpar el poder”.
Escrutado el 60 por ciento de los votos, Putin se imponía ampliamente con el 65 por ciento de los sufragios, lo que le permitirá al hombre fuerte de Rusia volver a ocupar a partir de mayo el cargo más alto del Kremlin, como lo hiciera entre los años 2000 y 2008.
En regiones del extremo oriental de Rusia y en Siberia, los resultados ya definitivos confirmaban esa tendencia del recuento oficial del resto del país. De acuerdo con el conteo por parte de la Comisión Electoral, detrás de Putin se ubicaba el líder del Partido Comunista, Gennadi Ziuganov, con el 17,3 por ciento de los votos. El ultranacionalista Vladimir Zhirinovski y el multimillonario Mijail Projorov recibieron cerca del siete por ciento de los sufragios, mientras que el izquierdista conservador Serguei Mironov apenas logró un apoyo del cuatro por ciento. La participación electoral se ubicó en torno al 64 por ciento del padrón.
Los comicios se desarrollaron en medio de numerosas acusaciones de fraude por parte de partidos opositores y organizaciones independientes.
La oposición convocó para hoy a una protesta en el centro de Moscú. “Estas elecciones no son libres, por eso es que tendremos protestas mañana (por hoy). No reconocemos al presidente como legítimo”, dijo Mijail Kasyanov, quien fue primer ministro de Putin antes de pasarse a la oposición.
El comunista Ziuganov, segundo candidato con más apoyo según los recuentos, sostuvo que la votación “no fue ni limpia ni justa” y se negó a felicitar a Putin.
El premio Nobel de la Paz y último líder soviético, Mijail Gorbachov, exigió una reforma del sistema electoral.
El antecedente de este recelo son las elecciones legislativas del 4 de diciembre último, en las que triunfó el oficialismo y que la oposición calificó de fraudulentas, lo que provocó masivas manifestaciones anti-Putin, el verdadero “patrón” de Rusia Unida.
Moscú, San Petersburgo, Vladivostok, Mumansk y Kazan, fueron la punta de lanza de las marchas más importantes que se recuerdan en los últimos 25 años en Rusia, una chispa que prendió en todo el país con movilizaciones generalizadas.
Aunque la votación transcurrió con relativa tranquilidad, desde temprano se multiplicaron las denuncias de incumplimientos de la ley y abusos cometidos por los responsables de diversos colegios electorales, sobre todo en la provincia de Oriol, y en Moscú, según reclamaron representantes del Partido Comunista. El Ministerio del Interior rechazó estos reclamos y señaló que aparte de pequeños e insignificantes intentos de manipulación, la jornada electoral había funcionado “sin problemas”.
En el discurso de victoria, Putin estuvo acompañado en la tribuna por el presidente Dimitri Medvedev, quien dijo que el triunfo de su mentor político era “necesario para todo el país”. Medvedev renunció a presentarse a la reelección con el argumento de que Putin contaba con más popularidad.
Ziuganov pidió anoche calma a la población para las múltiples concentraciones que, según él, habrá hoy.
Cerca y lejos de la Plaza Roja
Lágrimas de viento. Vladimir Putin negó ayer que hubiera llorado de emoción tras reunirse con más de 100 mil de sus partidarios cerca del Kremlin. “Fue el viento, el viento. Fueron auténticas (lágrimas) de viento”, dijo Putin durante un encuentro con los representantes de su campaña electoral.
Gorbachov duda. El ex presidente de la Unión Soviética Mijail Gorbachov dudó ayer de que los resultados de las elecciones reflejen las preferencias reales de los ciudadanos. “Hay una gran duda de que estos (resultados) reflejen los ánimos de la sociedad. Pero mientras no haya falsificaciones masivas confirmadas es difícil hacer comentarios”, dijo Gorbachov, citado por Interfax.
Por adelantado. “Mañana son las elecciones en Rusia, adelantamos nuestras felicitaciones en primer lugar a todo el pueblo ruso y como estamos seguros de la victoria que obtendrá nuestro amigo querido primer ministro Vladimir Putin, le adelantamos nuestras palabras de reconocimiento”, dijo Chávez en un programa grabado el sábado y emitido ayer desde Cuba, donde se recupera de una cirugía relacionada con su cáncer.
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