Los dos grupos pusieron de cabeza a las más de 25.000 personas que acudieron al estadio Atahualpa y que tuvieron que soportar una pertinaz lluvia en el inicio del espectáculo, que abrió la banda ecuatoriana Papá Changó.
Manuel Tomás Chao, más conocido como Manu Chao, apareció luego con su pegadizo ritmo, que fusiona el reggae, el ska y el rock, ente otros.
La concurrencia no dejó de saltar y corear las canciones de Manu Chao, que a sus 50 años sigue con una vitalidad contagiosa que transmitió al público, agradecido por el derroche de entrega.
“El señor matanza”, las sagas de “Radio Bemba”, “Próxima estación” y “Clandestino” agrandaron al músico francés de origen español, que se vio obligado a regresar en varias ocasiones al escenario a petición del público.
“Bienvenida Tijuana”, “Me gustas tú” y “Welcome to Tijuana” fueron acompañadas a todo pulmón por la gente que también cantó en francés, por pedido de Chao, que tampoco parecía querer irse y que frecuentemente golpeaba su corazón para devolver el cariño recibido desde la cancha y las gradas del “Atahualpa”.
Ya casi al final de su participación, Manu Chao recomendó a los jóvenes tomar conciencia sobre la realidad ambiental que vive el planeta y aseguró que bajo ninguna circunstancia la minería a gran escala es una solución para la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario