El ataque en el que murieron un adulto y tres niños en una escuela judía de Toulouse, en el suroeste de Francia, provocó reacciones de indignación en varias partes del mundo, mientras algunos países europeos reforzaban las medidas de seguridad en torno a instituciones judías.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, calificó de "tragedia nacional" el asesinato, que conmocionó a Francia en plena campaña para los comicios presidenciales en los que el mandatario conservador es candidato a la reelección.
El ministerio del Interior anunció "el refuerzo de la vigilancia" de las escuelas judías y se subió el nivel de alerta terrorista en la región de Toulouse.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu condenó el "despreciable asesinato de judíos", tras morir a balazos cuatro personas, entre ellas tres niños, el lunes en Toulouse.
"Hoy en Francia hubo un despreciable asesinato de judíos, incluyendo a niños pequeños", dijo Netanyahu. "No se puede descartar la posibilidad de que lo haya motivado un antisemitismo violento y asesino", agregó.
El primer ministro israelí dijo confiar en que el presidente francés "haga todo lo posible para encontrar al asesino" y ofreció a Francia ayuda de Israel.
"De todas las cosas horribles, no conozco mayor pecado que el asesinato de un niño", dijo el presidente de Israel, Shimon Peres.
El Congreso Judío Europeo también pidió a las autoridades francesas "hacer todo" para encontrar al autor del ataque, que muestra la "necesidad" de reforzar la educación contra el antisemitismo.
Las víctimas son tres niños de 3, 6 y 10 años y un hombre de 30. Según testigos, el atacante abrió fuego contra un grupo de padres y niños frente al colegio judío Ozar Hatorah, en un barrio residencial de Toulouse, antes de darse a la fuga en una moto.
La Casa Blanca condenó en "los términos más firmes" un ataque "vergonzoso" y "gratuito". "Nos entristecimos profundamente cuando nos enteramos esta mañana del horrible ataque contra maestros y estudiantes de una escuela judía en la ciudad francesa de Toulouse", dijo el vocero del Consejo Nacional de Seguridad, Tommy Vietor.
Previamente, el embajador estadounidense en París, Charles Rivkin, condenó "con firmeza estos asesinatos, como los asesinatos de soldados franceses la semana pasada en Toulouse y Montauban".
Según testimonios y análisis de los investigadores, este ataque sería el tercer crimen de un hombre que opera en motocicleta, luego de dos ataques contra militares, en Toulouse y en la vecina ciudad de Montauban, que causaron la muerte de tres soldados de origen maghrebí.
La Confederación Israelí de Brasil, representante de la comunidad judía en el país, condenó con "su más profunda indignación" el asesinato, añadiendo que "es inadmisible un acto de tamaña violencia y cobardía".
En Canadá la comunidad dijo "compartir el terrible dolor de las familias de las víctimas".
La embajada de Turquía en París también condenó "con firmeza y vehemencia la matanza ocurrida esta mañana en Toulouse". Turquía "se asoció al dolor de las familias de las víctimas y presenta sus más sinceras condolencias a la comunidad judía de Francia, así como a la nación francesa entera".
La Autoridad Palestina manifestó su indignación ante este "atentado" por boca de su negociador Saeb Erakat.
Del lado de la Unión Europea, su presidente Herman Van Rompuy y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, denunciaron un "crimen odioso".
El Vaticano manifestó su "profunda indignación y desconcierto".
"El atentado contra un maestro y tres niños judíos es un acto horrible, infame, que se agrega a otros actos de violencia absurda ocurridos en Francia", declaró a la prensa el portavoz del Papa, padre Federico Lombardi, quien manifestó "la decidida condena del Vaticano y su profunda indignación".
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, dijo que estaba "horrorizado" por esta "violencia espantosa" y denunció un "acto de terror".
En Italia, el presidente de la Comunidad Judía de Roma, Riccardo Pacifici, expresó su "preocupación" y el jefe de gobierno Mario Monti su "profunda indignación".
En La Haya, se reforzó la vigilancia en las inmediaciones de las escuela judía Maimónides. "La policía está patrullando en la zona y nosotros intensificamos nuestra propia vigilancia", dijo a la AFP el director del establecimiento, Jan Couwenberg.
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