La violencia tiñó de sangre el proceso electoral en Egipto, inmerso en los primeros comicios tras la revolución.
El centro de El Cairo volvió a ser escenario de una batalla campal, que dejó tres muertos y 255 heridos, según el último recuento del Ministerio de Sanidad.
Varios testigos dijeron que los enfrentamientos se iniciaron la madrugada del viernes y se prolongaron durante todo el día entre militares, que protegen la sede del Consejo de Ministros, y manifestantes acampados en la zona.
Durante toda la jornada, los manifestantes y los efectivos apostados en la azotea del edificio gubernamental se tiraron piedras, sillas y los objetos que tenían a mano.
La Junta Militar echó la culpa de lo sucedido a los participantes en la protesta y negó que las fuerzas de seguridad hayan agredido a ningún ciudadano o manifestante.
El origen de los incidentes era confuso, ya que difería según la fuente consultada.
Tras los sucesos de ayer queda en entredicho el futuro de las elecciones legislativas, ya que Egipto se encuentra en medio de un largo proceso electoral, iniciado el 28 de noviembre, para elegir un nuevo Parlamento. Ahora se llevaba a cabo el recuento de los votos.
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