La situación en Estados Unidos a causa de los 164 tornados se tornó muy grave tanto para el gobierno como para el pueblo estadounidense.
Hasta este momento se han registrado 215 víctimas por lo que el Presidente norteamericano ha decidido enfocarse de lleno a este acontecimiento.
En 1974 la oleada de tornados mató entre 300 y 315 personas aproximadamente, por lo que se pone en tela de juicio si el año 2011 romperá tan dramático recuerdo.
De las 215 víctimas –aunque afirma CNN que han llegado a 270- 131 de ellas han muerto en el estado de Alabama, por lo que será el primer estado en ser visitado por Barack Obama.
El mandatario, que declaró el miércoles el estado de emergencia en Alabama, analizó hoy la situación en una conversación telefónica con la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y el administrador de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés), Craig Fugate.
Tanto Napolitano como Fugate recibieron una orden directa de su presidente “ser agresivos y exhaustivos en sus esfuerzos" ante la catástrofe, y "seguir tomando cualquier acción necesaria para respaldar las actividades de respuesta y recuperación”.
La recuperación y respuesta también deben estar enfocadas en ayudar a un millón de personas carecían de corriente eléctrica en Alabama. Al mismo tiempo, el gobernador Robert Bentley dijo que dos mil efectivos de la Guardia Nacional ayudaban a buscar a los desaparecidos.
A pesar de los esfuerzos del servicio meteorológico por alertar a la gente, dijo Bentley, “no es mucho lo que se puede hacer frente a un tornado de mil 600 metros de ancho.
Los gobernadores de Alabama, Mississippi y Georgia declararon la emergencia en partes de sus estados, en lo que parece ser uno de los peores desastres naturales en la historia de EE.UU.
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