En vísperas del 1º de Mayo, se anunció que un 21,9 por ciento no tiene trabajo, cifra que en algunas regiones llega a la mitad entre los jóvenes. Críticas muy duras desde la izquierda y la derecha.
España no puede salir de la crisis. El desempleo trepó hasta el 21,9 por ciento, lo que quiere decir que casi cinco millones de personas no encuentran trabajo. Este promedio se agrava entre los jóvenes: en algunas comunidades, sólo la mitad de ellos logran un trabajo, como divulgó ayer un informe del Instituto de Estadísticas. El gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero reconoció que la situación laboral está en su peor momento. En este marco, las organizaciones de trabajadores se preparan para las marchas del 1º de Mayo.
El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba tuvo que salir a dar la cara junto con el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. No había palabras para justificar el incesante aumento del desempleo en España, más allá de la reforma laboral y del acuerdo de pensiones alcanzado el año pasado por el gobierno y los mayores sindicatos españoles. “Estamos en el peor momento”, tuvo que reconocer el número dos de La Moncloa y agregó que el de-sempleo llegó a su punto máximo. Tan alto fue el techo que alcanzó, que triplica el de Alemania, un país que desde la reunificación debió convivir con ese fantasma. Pero Rubalcaba no cree que ésta sea una tendencia irreversible. “Costará superar la crisis en el empleo. Pero abril, mayo y junio serán buenos meses”, pronosticó. “Vamos a crear puestos en los próximos meses”, prometió el hombre que se perfila para suceder a Zapatero al frente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para las elecciones del año próximo.
Quienes sí esperan que el gobierno cumpla con su plan de creación de fuentes laborales son los jóvenes, que cada vez ven más difícil su inserción en el mercado de trabajo. De acuerdo con la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida ayer, la tasa de paro entre los menores de 25 años en Andalucía, Canarias, Valencia y Extremadura supera el 50 por ciento. Mientras que Navarra y el País Vasco son las regiones con menor desempleo juvenil pero aun así la cifra ronda el 30 por ciento. Semanas atrás, los jóvenes organizaron una marcha importante en Madrid para denunciar que son ellos quienes pagan la crisis que en los últimos años sacude a Europa y en especial a España. “Lo que anunciaron con respecto al desempleo es el colmo. Demuestra que, como venimos denunciando, la reforma laboral no está sirviendo para nada”, dijo a Página/12 Fabio Cortese, referente de la plataforma Juventud Sin Futuro, que el pasado 7 de abril ocupó las calles madrileñas.
Por otro lado, el gobierno también intenta llevar adelante acciones para terminar con el “trabajo sumergido (en negro)”. La Moncloa les dará a los empresarios tres meses de gracia para regularizar la situación de los trabajadores “en negro” y sus deudas con la seguridad social. “Hasta el 31 de julio del presente año se mantendrán las actuales multas y sanciones para empresarios y trabajadores en caso de empleo irregular. Transcurrido este período, las sanciones se endurecerán”, alertó el ministro Gómez. Las multas que llegaban hasta los 6250 euros subirán en julio hasta los diez mil. “Esto es una amnistía para los empresarios que incumplen con sus responsabilidades”, protestó Cortese. Desde Comisiones Obreras (CCOO) también repudiaron la decisión gubernamental. “El único horizonte que les propone el gobierno es pasar a un contrato temporal, precario y con efectos sobre las cotizaciones sociales también limitado en el tiempo”, se quejó Ignacio Fernández Toxo, secretario general de ese sindicato.
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