El bloque regional de África Occidental ha exigido hoy a la comunidad internacional medidas contundentes para derrocar del poder al presidente de Costa de Marfil e intervenir en una crisis que consideran ya es regional.
Así de claros se han pronunciado hoy los líderes de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), tras la reunión mantenida en Abuja, Nigeria, para tratar la actual situación en Costa de Marfil.
En una declaración remitida a afrol News tras la reunión, los líderes exigen que la misión de Naciones Unidas desplegadas en Costa de Marfil, con unos 9.000 efectivos, debería contar con un mandato para "ayudar a eliminar del poder al presidente Laurent Gbagbo".
Los líderes de África Occidental coinciden en que también el "Consejo de Seguridad de la ONU debería imponer sanciones más fuertes" tanto a Gbagbo como a sus aliados y denuncian que la crisis en Costa de Marfil ya se "ha convertido en una crisis humanitaria regional".
De hecho, desde las elecciones de noviembre en Costa de Marfil, fuentes humanitarias cifran en unas 462 las personas asesinadas por la violencia que se vive en el país, del que al menos 500.000 personas se han visto obligadas a huir a los países vecinos.
El bloque regional se muestra "convencido de que la actual situación es consecuencia directa de la negativa del presidente saliente Gbagbo de ceder el poder a Alassane Ouattara, el universalmente reconocido ganador de las elecciones del 28 de noviembre".
La actual crisis política que sufre Costa de Marfil ha polarizado el país y ha aumentado las tensiones entre la población. Actualmente, el país parece encontrarse en una división entre el sur cristiano que apoya mayoritariamente al presidente saliente, Laurent Gbagbo, y el norte musulmán, que apoya al ganador de las elecciones presidenciales según la Comisión Electoral Nacional, Alassane Ouattara.
El presidente saliente Gbagbo se sigue negando a dimitir del cargo después de que la Corte Constitucional anulase cientos de votos a Ouattara y concediese la victoria al presidente interino. Mientras tanto, partidarios de Gbagbo acusan a la ONU y a la comunidad internacional de llevar a cabo una campaña en su contra.
Aumenta cada vez más, de este modo, el temor al que el país se deslice en una nueva guerra civil entre el norte y el sur del país. Fuentes de la ONU afirman que, tan sólo la última semana, 52 personas han muerto durante los bombardeos perpetrados por los partidarios de Gbagbo.
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