El Foro Libertad y Concordia aglutina a militares uruguayos retirados y en las últimas semanas salieron al ruedo público con amenazas de desacato a la Justicia, a raíz de las citaciones vinculadas a causas por violaciones a los derechos humanos que los involucran y que se registraron en la última dictadura, entre 1973 y 1985.
Como no les alcanzó con esa demostración de soberbia mezclada con impotencia, ahora los militares, que reconocen su afinidad con la ultraderecha, quieren reeditar algunas de las prácticas que los hicieron tristemente célebres.
El periodista Roger Rodríguez se ha especializado en las investigaciones vinculadas a las violaciones de los derechos humanos. En un artículo publicado la semana pasada en el semanario Caras y Caretas, titulado "La ofensiva de los indagables", publicó detalles del surgimiento de un grupo de Facebook en apoyo al Foro Libertad y Concordia.
El artículo desentraña el vínculo de estos militares con grupos de derecha uruguayos e internacionales. Efectivamente, en este grupo de la red social aparecen mezclados comentarios xenófobos con homenajes al dictador español Francisco Franco, junto a peculiares interpretaciones históricas sobre el proceso independentista uruguayo, relatos de supuestas hazañas militares y enlaces a sitios especializados en la cría de caballos.
La aparición del artículo en Caras y Caretas provocó que los militares retirados resolvieran traspasar otros límites: bajo las firmas de Héctor Marcos Varela González y Javier Bussi, aparecieron todos los datos personales del periodista (dirección, teléfono, cédula de identidad, fecha de nacimiento y nombres de sus padres), y un mapa para ubicar su domicilio.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos y la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) expresaron de inmediato su preocupación por esta actitud intimidatoria de los militares, y la gremial de periodistas ya transmitió su alerta ante las autoridades del Ministerio del Interior.
El Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) manifestó que los datos publicados representan una “velada amenaza” a la seguridad personal del periodista, que preocupa “a quienes buscan la justicia y la verdad para poder afianzar la democracia”.
A pesar de las trasnochadas amenazas virtuales, las investigaciones por violaciones a los derechos humanos siguen adelante en Uruguay. Esta semana, un grupo de 20 militares comenzó a declarar frente a la Justicia, en el marco de una investigación por la desaparición en 1976 del militante comunista y sindicalista Horacio Gelós Bonilla.
En paralelo, un grupo de antropólogos retomó las excavaciones en el Batallón 14 del Ejército en la búsqueda de restos de víctimas de la dictadura. Estos trabajos fueron dispuestos en el marco de la causa que investiga la desaparición de María Claudia García de Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelman.
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