Las autoridades de Estados Unidos deben prohibir la imposición de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional a menores de edad y deben revisar los casos de más de 2500 personas que actualmente cumplen esta condena a fin de que sean conformes a lo exigido por el derecho internacional, ha afirmado hoy Amnistía Internacional en un nuevo informe.
“En Estados Unidos, una persona menor de 18 años no puede votar, comprar bebidas alcohólicas, billetes de lotería o cigarrillos, ni prestar su consentimiento en la mayoría de los tratamientos médicos, pero sí puede ser condenada a morir en prisión por sus acciones. Esto debe cambiar”, ha afirmado Natacha Mension, adjunta de investigación y acción sobre Estados Unidos en Amnistía Internacional.
Christi Cheramie fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional cuando tenía 16 años.
Niños que tan sólo tenían 11 años en el momento de la comisión del delito han sido condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en Estados Unidos, el único país del mundo en el que se impone esta pena a menores.
El informe de Amnistía Internacional "Aquí es donde voy a estar cuando muera" ilustra esta cuestión a través de las historias de tres personas: Jacqueline Montanez, David Young y Christi Cheramie.
En Estados Unidos, la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional puede imponerse a menores infractores como pena preceptiva, sin tener en cuenta circunstancias atenuantes como el historial de abusos o traumas, el grado de participación en el delito, el estado de la salud mental, o la receptividad a la rehabilitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario