La Misión de la ONU en Costa de Marfil (UNOCI) anunció hoy que las fuerzas leales a Laurent Gbagbo, el presidente que se niega a dejar el poder en ese país, están listas para rendirse.
A través de un comunicado, UNOCI detalló que tres altos oficiales del equipo de Gbagbo llamaron por teléfono a la misión para informarle que los elementos de las Fuerzas de Defensa y Seguridad han recibido la orden de rendirse ante los cascos azules de Naciones Unidas y buscar protección.
Los oficiales en cuestión son el jefe de Gabinete de las Fuerzas de Defensa y Seguridad, el primer comandante de la Gendarmería y el Comandante de la Guardia de la República. Tras conocerse la noticia, la UNOCI ordenó a sus tropas que reciban las armas de los simpatizantes de Gbagbo y les ofrezcan protección.
Ayer por la tarde, la misión de Naciones Unidas inició una operación militar en Abidján contra las fuerzas del mandatario saliente para evitar que usaran armas pesadas contra la población civil. Las tropas francesas apoyaron esta acción.
En un comunicado, el secretario general de la ONU informó haber instruido a la Misión a tomar todas las medidas necesarias para evitar ese tipo de atropello a los civiles marfileños. Ban Ki-moon subrayó que la UNOCI no es parte del conflicto. “En línea con su mandato del Consejo de Seguridad, la Misión ha empezado esta acción en defensa propia y para proteger a los civiles”, enfatizó.
Añadió que había notificado sobre esta decisión al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y anunció que el jefe de Operaciones de Paz rendirá un informe detallado sobre este tema al órgano de seguridad.
Ban destacó el grave deterioro de la situación en Costa de Marfil debido a la escalada de enfrentamientos entre las fuerzas que apoyan a Gbagbo y los grupos leales al presidente electo, Alassane Ouattara.
El país se ha sumido en una espiral de violencia con un alto costo en términos de vidas de civiles, apuntó el titular de la ONU que, en este sentido, recordó que en los últimos días, las fuerzas de Gbagbo empezaron a usar armas pesadas, como morteros y granadas y metralletas contra la población en Abidján.
Además, se refirió a los ataques de esa misma facción contra el Hotel Sebroko, centro de operaciones de la misión y a las patrullas y caravanas que intentan proteger y asistir a los civiles. Estas agresiones han dejado heridos a cuatro cascos azules. Finalmente, Ban reiteró que quienes hayan violado las leyes humanitarias y de derechos humanos internacionales serán procesados penalmente.
Los enfrentamientos de los últimos días entre las fuerzas de Laurent Gbagbo, y los simpatizantes de Alassane Outtara, el presidente electo, dejaron cientos de muertos en las localidades de Duékoué y Guiglo, al occidente del país, al mismo tiempo que existen informes preliminares que denuncian matanzas en otras áreas del país.
A su vez, la violencia en Abidján, la capital económica del país, ha dejado a los civiles atrapados y sin posibilidad de recibir asistencia humanitaria en una ciudad donde se han agotado los suministros básicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario