En Brasil, La Vía Campesina y la Federación de Trabajadores y Trabajadoras de la Agricultura Familiar (FETRAF, por su sigla en portugués) presentaron una propuesta unificada esta semana que busca proteger a los bosques y recuperar las áreas deforestadas ilegalmente, en el marco de la reforma del Código Forestal de ese país.
Las organizaciones, que en conjunto representan a cientos de miles de agricultores, agricultoras, campesinos y campesinas de ese país latinoamericano, emitieron un comunicado en conjunto en el que señalan que la conservación de la naturaleza no es incompatible con la producción de alimentos; de hecho, indican que la destrucción del medio ambiente daña en primer lugar a los agricultores familiares y a los campesinos, al perjudicar su territorio.
“A diferencia del agronegocio que puede destruir la tierra que usa y después apropiarse de otras tierras de manera ilegítima, nosotros, los agricultores y las agricultoras familiares, así como también los campesinos, tenemos una relación histórica con nuestras tierras. Sin ellas, somos empujados hacia las ciudades”, indica el comunicado de las organizaciones de base.
La propuesta busca la recuperación y conservación a través de una postura activa del Estado, que incluya la generación de políticas públicas destinadas al fomento de la agricultura familiar, permitiendo tanto su subsistencia como el generar ingresos a campesinos y campesinas a partir de sus áreas forestales.
Por ello, tanto FETRAF como La Vía Campesina se oponen al proyecto presentado por el diputado Aldo Rebelo, que ha recibido el apoyo de la bancada parlamentaria ruralista. Dicho proyecto, entre otras cosas, deja sin efecto las multas millonarias que pesan sobre los principales operadores del agronegocio en Brasil, a la vez que les permite continuar con sus prácticas actuales hasta que se cree un programa de adecuación ambiental en la órbita estatal, lo que podría tardar varios años. Por estas y otras razones, este proyecto ha sido catalogado como un reflejo de los intereses de las transnacionales.
“Nosotros decimos ’no’ al proyecto del diputado Aldo Rebelo y a todas las propuestas que se asocian con él”, indica el comunicado de las organizaciones. “¡La agricultura familiar y campesina puede seguir abasteciendo la mesa de los brasileños y garantizar la sustentabilidad ambiental de nuestro país!”, sentencia.
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