Este nuevo balance, divulgado por el Ministerio haitiano de Salud Pública y Población, está realizado en base a datos acumulados hata el pasado jueves 3 de febrero..
De acuerdo con esa cartera sanitaria, en Haití unas 225 mil 668 personas se han contagiado con la enfermedad, de las cuales 121 mil 883 han requerido de servicios de hospitalización.
Del total de personas afectadas, unas 119 mil 177 han logrado recuperarse y se encuentran sin los síntomas del cólera.
La cifra de muertes por la epidemia se incrementó en 118, respecto al balance ofrecido por las autoridades haitianas el pasado jueves 10 de febrero que, con datos acumulados de dos semanas antes, daba cuenta de cuatro mil 334 fallecidos.
La región de Haití más afectada por la epidemia continúa siendo Artibonite, donde se detectó el primer caso de cólera, con más de 683 víctimas mortales.
La enfermedad, que se esparció los 10 departamentos del territorio haitiano antes de finalizar el pasado año de 2010, llevaba más de un siglo erradicada cuando reapareció.
Pese a los esfuerzos por contenerla, la epidemia se propagó a República Dominicana, país que comparte con Haití la isla La Española en el Caribe.
En ese territorio vecino los contagios superan los 325 casos y las muertes ascienden a tres, un hombre y dos niños, todos de nacionalidad haitiana.
Esta empobrecida nación se ha convertido en el escenario ideal para el cólera dadas las precarias condiciones higiénico-sanitarias existentes, agudizadas tras el terremoto que devastó parte de la capital y otras ciudades cercanas el 12 de enero de 2010.
La mayor parte de la infraestructura de Puerto Príncipe, la capital haitiana, desapareció con el sismo y más de un millón de personas tuvieron que albergarse en improvisados campamentos, donde viven hacinados desde entonces.
Ante la delicada situación, médicos haitianos y de varias naciones del mundo laboran desde octubre pasado para salvar vidas y evitar que el mal se extienda a otros estados del hemisferio.
Los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), encabezados por Cuba y Venezuela, destacan entre los que han ofrecido mayor asistencia para frenar la incidencia del cólera.
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