Sumido en la aletargada recuperación tras el terremoto que destruyó la capital y sin contener una epidemia de cólera, Haití comienza el 2011 en medio de una crisis política que mantiene indefinida la elección de un nuevo presidente que permita impulsar la reconstrucción del país.
"Haití necesita estabilidad, un gobierno estable que se enfoque en los verdaderos problemas", como la reconstrucción, la salud y la seguridad, dijo a la AP Albert Ramdin, secretario general adjunto de la Organización de Estados Americanos para Haití.
Afirmó que todos los actores deben enfocarse en celebrar el 16 de enero la segunda vuelta de los comicios presidenciales, como una forma de encontrar esa estabilidad.
La definición del sucesor del presidente René Preval, cuyo mandato concluye el 7 de febrero, atraviesa por un punto muerto matizado por protestas y hechos de violencia que además amenazan con obstruir la distribución de ayuda a los damnificados del terremoto y la asistencia sanitaria contra el cólera que ha provocado más de 2.110 muertes y ha afectado a casi 100.000 personas.
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