El anuncio lo hizo depués de una reunión con Lula, en la que el presidente dijo que está dispuesto a colaborar con el gobierno de su sucesora “siempre” que se lo pidan. Ambos participarán en la cumbre del Grupo de los 20, en Seúl.
La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, dijo ayer que la salud y la seguridad públicas serán las dos áreas prioritarias en el período de cuatro años de gobierno que iniciará el primer día de enero. Tras un encuentro con Luiz Inácio Lula da Silva, en el que el actual presidente le ratificó que se ofrece para todo “siempre que me lo pidan”, –el gobierno de Dilma “tiene que tener su cara”, afirmó–, la presidenta electa volvió a su principal definición y dijo que la salud y la educación “tendrán mi atención integral”.
Dilma, que la próxima semana hará su primera salida al exterior acompañando a Lula a la cumbre que el Grupo de los 20 (G-20) celebrará en Corea del Sur, señaló que “todos los países, menos China y los Estados Unidos, perciben que hay una guerra cambiaria” y dijo que la historia muestra que ese tipo de conflicto no tiene “soluciones parciales”. La presidenta electa, economista de profesión, juzgó riesgoso iniciar un proceso en el cual cada país ejecuta “una política de devaluación competitiva de las monedas” y recordó que “la última vez que ocurrió algo similar, eso llevó a la Segunda Guerra Mundial”.
En una breve aparición previa junto a la presidenta electa, Lula había anticipado que “vamos al G-20 a pelear, si antes tenían problemas para enfrentar a Lula, ahora van a enfrentar a Lula y Dilma”. Al igual que su sucesora, se quejó de la guerra cambiaria y dijo que los Estados Unidos mantienen el dólar “artificialmente bajo” para resolver su problema de déficit fiscal y que China también “sabe que no puede seguir con su moneda devaluadas.”
Para poder invertir “recursos significativos” que mejoren la protección en las áreas más afectadas por la criminalidad, en particular las grandes ciudades del país, el gobierno de Dilma trabajará en conjunto con los ejecutivos municipales y estaduales. “No es posible enfrentar el problema de la seguridad sin que el gobierno federal participe activamente con recursos y sin que nosotros demos una clara preeminencia al área”, dijo.
En la otra prioridad de su gobierno, Dilma adelantó que volcará “mayores recursos” al Sistema Único de Salud (SUS), una red nacional de atención pública. Además, explicó que definirá junto a los gobernadores las formas de ampliar la cobertura del SUS, pero se negó a adelantar si insistiría en proponer nuevamente una ley que establezca la Contribución Provisional sobre Movimientos Financieros (CPMF), un impuesto para financiar la salud rechazado por el Congreso en 2007. Es más, la futura presidenta dijo que no era partidaria de aumentar la carga tributaria.
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