Ganó el Barça, que pudo golear. Y perdió el Madrid, que también pudo hacerlo, aunque ahora ese recuerdo ya nos quede lejos. Sucedió que pesó mucho más la segunda parte quela primera. Ocurrió que se agotóModric y que apareció Luis Suárez, un fogonazo. Su gol trazó la frontera entre lo que pudo ser un infierno para los locales y lo que acabó siendo un paraíso para ellos.
No sólo son tres puntos, cuatro en la Liga. El Barcelona ha demostrado la validez de su cambio de estilo. Ya no hablamos de aquel Barça que raptaba el balón y lo utilizaba como un péndulo para hipnotizar al contrario. Su esfuerzo por ser vertical ha coincidido con el empeño del Madrid por elaborar más el juego. Al mismo tiempo, se han borrado las diferencias entre buenos y malos de película. Desde esa doble perspectiva, los enemigos nunca han estado tan próximos. Comparten la impaciencia, tocan parecido y comen con tridente. El resultado, sin embargo, nos señala que el Barcelona sale vencedor del reajuste, al menos tras el combate del Camp Nou.
Fue un choque con dos resurrecciones. La primera, la del Madrid, nos situó ante un escenario que ahora se pierde en la memoria, pero que existió. El equipo deAncelotti se repuso al gol del Barcelona, consiguió el suyo y acorraló al rival durante el último cuarto de hora de la primera mitad. Acorraló, repito. Casi en la misma medida e intensidad que el Barça asedió a su adversario minutos después.
http://futbol.as.com/futbol/2015/03/22/primera/1427061621_453930.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario