lunes, 7 de abril de 2014

Racismo ambiental: la situación de las comunidades del manglar en Bahía (Brasil), amenazada por empresarios camaroneros

En Brasil, las normativas ambientales han sido flexibilizadas para favorecer un modelo de desarrollo que jerarquizó la inversión empresaria por sobre los derechos de las comunidades tradicionales. En el caso de las comunidades de los manglares del estado de Bahía, al asesinato de líderes siguieron las amenazas y la judicialización de quienes resisten su territorio como medio de producción y reproducción de su vida.
Así lo explica en diálogo con Radio Mundo Real Elionice Sacramento del Movimiento de Pescadores y Pescadoras de Brasil (MPP), refiriéndose al caso concreto de las amenazas de muerte recibidas por líderes de la comunidad Encarnación Salinas de Margarita y denunciando la destrucción sistemática que realizan los empresarios camaroneros del ecosistema manglar.
Elionice calificó el momento actual en el estado brasileño como “muy negativa”, al punto de denominar la política que hace a las comunidades tradicionales (afros, quilombolas y de los manglares) como “de exterminio”.
Desde el momento en que las empresas camaroneras se instalaron en el litoral de Bahía, relata Elionice, en la década de los 80, la deforestación de los manglares generó una dura pérdida de biodiversidad marina. El camarón marino no podía competir con el camarón criado en cautiverio, por lo que se perdió una fuente importante de renta para las comunidades.
A pesar de que el negocio camaronero atravesó una crisis de rentabilidad debido a los altos impactos ambientales que implicaba, la aprobación del Código Forestal significó una amnistía para los empresarios que de otra manera podrían ser procesados por considerárselos criminales ambientales, dice la dirigente del MPP.
Esto significó un reimpulso al negocio camaronero y en Encarnación de Salinas el retorno de los tractores para destruir la vegetación del manglar, clave en el delicado equilibrio de dicho ecosistema. La reacción de la comunidad permitió detener el trabajo de la maquinaria, pero en horas de la noche continuaron las tareas a machete por parte de personal contratado por la empresa. Tras la denuncia ante las autoridades ambientales, el empresario se presentó en las viviendas de la comunidad y amenazó de muerte a varios de los líderes de la resistencia, lo cual no obstante no detuvo la acción de rechazo a la deforestación.
La instalación de este emprendimiento camaronero se llevó adelante en las cercanías de la Playa de la Iglesia de santa Luiza, a pesar de una decisión en contrario del Instituto de Medio Ambiente y Recursos Hídricos.
Así y todo, el empresario realizó una barrera de contención para evitar el escurrimiento de las aguas y arrojar veneno a las mismas causando gran mortandad de especies marinas, relató la dirigente de los pescadores y pescadoras en el diálogo con nuestro portal noticioso, desde el propio manglar donde se hallaba recolectando mariscos
“No se trata de una acción aislada”, agregó. Los empresarios se conectan asimismo con el sistema de tráfico y apuestas ilegales (“jogo do bicho”) en Brasil y con su proceder desnudan la extrema fragilidad del sistema de protección ambiental y judicial en los rincones profundos de Brasil, país que estará bajo las luminarias del mundo al ser sede de megaeventos como la copa FIFA 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
Ante la denuncia de esta situación por parte de la Red Manglar, diversas organizaciones ambientalistas y de derechos humanos se pronunciaron con envíos de cartas a las autoridades municipales y federales de Brasil para interceder por la comunidad de Salinas de Margarita (ver archivo adjunto).
Las mismas señalaron que en el caso de la resistencia de los manglares en Brasil se aplica el concepto de “racismo ambiental” bajo la indefensión del estado.
En audio adjunto puede escucharse el testimonio de Elionice (portugués).
http://www.radiomundoreal.fm/7537-politica-de-exterminio

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