martes, 6 de septiembre de 2011

El atentado hizo cambiar el diseño de los edificios


Hubo modificaciones en los códigos de construcción. Sin embargo, los especialistas advierten que la mayoría no sirve para impedir un ataque.

Una década después de los ataques del 11 de septiembre del 2001, ¿están los 21 mil rascacielos de Estados Unidos en condiciones de soportar un ataque similar al que derrumbó las Torres Gemelas de Nueva York? ¿Las miles de personas que los ocupan podrían escapar a tiempo?
En la Torre Willis de Chicago, al igual que en los demás rascacielos de ese país, cambiaron muchas cosas desde el ataque terrorista. El edificio más alto de los Estados Unidos tiene ahora barreras de cemento, detectores de metales y una sofisticada red de cámaras que permiten observar todo lo que sucede dentro y fuera de la torre.
Esas medidas, no obstante, probablemente no sirvan para impedir un ataque como el del 11/9. Los expertos dicen que los edificios altos siguen siendo vulnerables porque el gasto que representaría modificar su estructura para hacerlos más seguros es demasiado alto y porque estados y municipalidades todavía no han modificado lo suficiente sus códigos de construcción.
Se han hecho algunos cambios más modestos, como adaptar los ascensores para que puedan ser usados en evacuaciones, pero en términos generales Estados Unidos está por detrás de otros países desarrollados en este terreno.

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