El mundo recuerda este martes el 25 aniversario de la catástrofe nuclear de Chernóbil, Ucrania, donde murieron según diferentes estimaciones entre 10 mil y 100 mil personas. Los supervivientes de esta tragedia colocaron flores y velas donde se produjo el accidente.
Los actos de conmemoración comenzaron en Ucrania, cuando el patriarca de la Iglesia rusa ortodoxa, Kirill, tocó a las 01H23 horas (22H23 GMT) la campana de Chernóbil, que suena tradicionalmente el día del aniversario del accidente.
Krill expresó que “hasta ese momento la humanidad no conocía una catástrofe como la de Chernóbil”.
Posteriormente, se realizó una misa en memoria de los cientos de muertos. En la ceremonia asistieron cientos de personas, entre ellas trabajadores que aquel día ayudaron a contener la fuga nuclear.
Por su parte, la organización ambientalista Greenpeace proyectó imágenes sobre el reactor 4, que explotó el 26 de abril de 1986.
"Estamos obligados por las víctimas de Chernóbil a abandonar la energía atómica", dijo en la localidad ucraniana el alemán Tobias Münchmeyer, miembro de Greenpeace.
En Rusia, la organización medioambiental Bellona encendió en San Petersburgo antorchas de papel que se elevaron al cielo.
En la zona de exclusión, los presidentes de Ucrania, Victor Yanukóvich, y Rusia, Dmitri Medvédev, los países más afectados hasta la actualidad por la catástrofe, recordarán la gran cantidad de víctimas por la radiación y el cáncer, así como a los miles de trabajadores que realizaron las tareas de limpieza y de reducción de daños y estuvieron expuestos a la contaminación.
Tras la explosión ocurrida en 1986, llamas que se alzaron a lo largo de kilómetros lanzaron durante días partículas radiactivas al aire de una intensidad equivalente a 200 bombas de Hiroshima (oeste de Japón), que se extendieron sobre amplias zonas de Europa occidental.
Según especialistas nucleares, hasta la fecha los suelos están contaminados con sustancias radiactivas como el cesio 137. La radiación puede causar cáncer y otras enfermedades, como la insuficiencia inmunológica, distintos tipos de afecciones coronarias, respiratorias, renales y hepáticas, además de las malformaciones cromosómicas.
Los más de 600 mil operarios (bomberos, ingenieros, militares y voluntarios) que hicieron frente a la dantesca catástrofe nuclear de Chernóbil hace 25 años malviven hoy día aquejados en su mayoría por distintas enfermedades y abandonados a su suerte por la Administración.
Durante 1987 y 1988 se declararon cuatro mil casos de cáncer de tiroides en niños que vivían en las proximidades de la central nuclear.
La central ucraniana fue cerrada definitivamente en diciembre de 2000, pero el reactor accidentado cubierto rápidamente de una capa de hormigón no está aún suficientemente aislado.
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