El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, enfrentará mañana su primera gran evaluación electoral en unos comicios parlamentarias en los que según todos los pronósticos perderá el pleno control del Congreso en medio de gran descontento popular por la crisis económica.
La crucial elección de los 435 diputados de la Cámara de Representantes, de 37 de los 100 senadores y de los gobernadores de 37 de los 50 estados que componen el país definirá el escenario político para las elecciones presidenciales de 2012, en la que una renovada oposición republicana aspira a recuperar la Casa Blanca.
A 22 meses de que Obama arribara a la Presidencia, los sondeos predicen que los republicanos y sus aliados del movimiento ultraconservador Tea Party lograrán los 40 escaños que necesitan para reconquistar la Cámara baja pero hallarán más difícil tomar el Senado, donde aumentarán su presencia.
Para mayor preocupación de los demócratas, que esperaban recuperar terreno en la recta final a fuerza de apariciones de Obama, movilización del electorado y publicidad, un sondeo a nivel nacional de último momento mostró hoy que el partido del presidente se encamina a una derrota tan dura como se predecía.
El estudio, el último sondeo pre electoral de Gallup, mostró a los republicanos al frente en intención de voto por 55 a 44%, la mayor ventaja previa a una elección legislativa desde 1974, cuando los demócratas lograron una amplia victoria tras el escándalo del Watergate y la renuncia del presidente republicano Richard Nixon.
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